Tanta lluvia me ha vuelto memoriosa, no tanto como Funes pero sí más de lo que habitualmente soy. El 3 de septiembre no esperaba acordarme que se cumplían nueve años de la primera vez que sentí el vértigo del aire de radio y sin embargo pude revivir y dejar escritas en este blog aquellas primigenias sensaciones.
Hoy, que de casualidad me di cuenta que es ocho de septiembre, me acordé que hace tres años estaba en una de las aulas de la U.C.U defendiendo mi tesina de periodismo. Pelo planchado, brillo en los labios, pollera negra y medias can can del mismo color; camisa, tacos y sobretodo. Nervios, satisfacción y frío. Había olvidado por completo las indicaciones de la profesora de Oratoria y no dejé de mover las manos mientras explicaba el desarrollo de la investigación que me había tenido en vilo un año entero: la construcción de las noticias relativas al conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de fábricas de pasta de celulosa en el río Uruguay.
De público, además del tribunal evaluador, había un grupo de estudiantes de la carrera que probablemente hayan querido ver lo que en algún momento les llegaría; la tía Marga y el mayor de sus hijos, el inevitablemente querible Martín Ignacio. En primera fila y cerca de la puerta estaban Mariela, José y la Chula que no paraban de sacar fotos y grabar. También Jes y Clau; y en el centro del aula y con mirada expectante, mis viejos, los dos. Regalo de Dios. Les dediqué cada palabra esa noche, porque fue gracias a ellos que pude estudiar lo que quería. Vaya si se merecían verme recibida después de los esfuerzos que hicieron.
Defendí el trabajo y me aprobaron con un ocho. Volvimos a Gualeguaychú y escondidos detrás de un auto me esperaban Darío, la Glon y Rocío sacudiendo una botella de sidra que terminó toda en mi sobretodo y mi pelo planchado. En la puerta de casa habían pegado globos y un cartel que decía "felicitaciones amiga periodista". Comimos empanadas y brindamos.
Es increible recuerdo patente ese día, pero si lo pienso me parece que paso hace mucho mas tiempo....sera que en este transcurso han pasado tantas cosas...en realidad han pasado momentos buenos y malos de la vida.
ResponderEliminarMierda! 3 años yaaaaaaaaaaa???? Jajaja!
ResponderEliminarQué alegría che. Ni hablar la de tus viejos, que no entraban en sus sacos esa tarde. Apenas los conocía (a todos) pero se notaba.
Lindos recuerdos che... ¿vieron que la lluvia no es tan "fea"?
Qué lindoooo!!! Lo recuerdo como si hubiese sido ayer... Feliz de haber podido participar de tan lindo momento! Te quiero Rusa
ResponderEliminarGracias a las tres, bellas!!!
ResponderEliminarA veces parece que pasó mucho tiempo, a veces parece que fue ayer. Cosa loca los recuerdos. Y cosa loca el tiempo que si bien nos da la sensación de que pasa volando, pasa y pasan cosas.
Con Damián pasó algo gracioso, cuando le conté del aniversario me dijo: "Pensar que no te conocía y acá estás casada preñada!!!"
Jajajajajaa! Y tiene razón!!! Todo su culpa igual... encandilau de miercole!
ResponderEliminarSi esa noche hubiese venido del futuro y te hubiese dicho: dentro de exactamente 3 años vas a estar casada y embarazada creo que te me hubieses reido bastante :p