Como si el tiempo sobrara...
Cuando estoy al aire libre y panza arriba, o mirando por la ventanilla durante un viaje, suelo colgarme buscando formas en las nubes; y cuando sobre mi cabeza tengo un cielorraso de madera, no busco sino que aparecen solos, rostros que se forman con los nudos.
uh! prometo hacer lo mismo cuando vaya a casa de mis viejos, hay pila de bichos rarísimos en el techo de su habitación :)
ResponderEliminarSabi dejá de fumar... o convidá.
ResponderEliminar¿No será mucho?
Besos.
Gabi
siii! a mi me pasa lo meeesmo con mi techo, que lindo!
ResponderEliminarantes vivía buscando las caras, ahora de grande, cuando miro el techo y aparecen solas, me da una nostalgia :)
Boluda! jajaja!
ResponderEliminarYo también las veo :)
Veo pájaros también. Próximo post respuesta entonces, en el Menú también.
Pájaros! guau!!!!
ResponderEliminarBueno, somos varios para convidar a Gabi. Aunque yo aclaro: no tengo nada, soy asi naturalmente... imagínense esta cabeza (y este blog) bajo los efectos de algún estupefaciente...
Un embole, seguramente no tendrías tantos delirios! jajaja
ResponderEliminarSe te curarían, como a Mario :P
que a mí se me curó qué? Vos ves caras en mi anatomía?
ResponderEliminarEl delirio! Siempre dicen con Jo que si fumarían no dirían ningún delirio :P
ResponderEliminarah... yo había entendido que Mario se curó por consumir.. uffff
ResponderEliminarPor suerte deliro con la mente fresca, es mucho más barato y saludable :P
ResponderEliminarSabi:
ResponderEliminarHay un cuento de Juana de Ibarbouru (Juana de América) que forma parte del libro Chico Carlo que se llama "La Mancha de Humedad".
Me lo recor5do tu post.
Besos.
Hace poco fotocopié un ejemplar de Chico Carlo!
ResponderEliminarlo voy a leer, gracias Gabi!
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