28/5/11

las comas valen fortuna

Esa noche cuando fui a visitar a mis padres, presencié un mal entendido entre mi hermana y sus amigos culpa de una coma mal puesta, o nunca puesta.
El mensaje de texto que mi hermana y su esposo habían recibido mientras viajaban de Buenos Aires a Gualeguaychú decía: "Si hacemos algo los contamos?", por lo que mi cuñado entendió que los amigos aún no habían resuelto hacer algo y querían saber si en caso de hacer algo, contaban con ellos. Así como también entendió que tras haberles contestado que los cuenten, sus amigos iban a avisarles si hacían algo.
Habiendo pasado demasiado tiempo y notar que nadie avisaba nada, llamaron a los amigos. Éstos les dijeron que ya estaban haciendo el asado y que, como habían quedado, los estaban esperando.
De manera que aquel mensaje que recibieron durante el viaje se debió haber escrito así: "Sí, hacemos algo. Los contamos?"

A raíz de tal confusión mi cuñado recordó un ingenioso texto sobre un testamento que sirve para demostrar cómo una coma puede cambiar la intención.

El original decía: Dejo mi fortuna, a mi hijo Juan no a Pedro tampoco al doctor nunca a los Jesuitas.

Luego de leerlo, el hijo Juan colocó las comas de tal manera que la fortuna quedó para él: Dejo mi fortuna a mi hijo Juan, no a Pedro, tampoco al doctor, nunca a los Jesuitas.

Sin embargo, Pedro también pudo dejar todo a su favor gracias a las comas: Dejo mi fortuna, a mi hijo Juan no, a Pedro, tampoco al doctor, nunca a los Jesuitas.

El doctor también: Dejo mi fortuna, a mi hijo Juan no, a Pedro tampoco, al doctor, nunca a los Jesuitas.

Y los Jesuitas también!!!: Dejo mi fortuna, a mi hijo Juan no, a Pedro tampoco, al doctor nunca, a los Jesuitas.

Escribir no es joda. Los signos de puntuación no están al pedo. Por ese mensaje mal redactado mi cuñado se fue al asado habiendo comido ya dos milanesas.

24/5/11

pequeño manual del político, ilustrado

Algo me sonaba familiar de tanto escuchar y leer entrevistas a candidatos y dirigentes en gestión.
La palabra "bisagra".

La palabra "bisagra", muy utilizada para hablar de un antes y un después, está en boca de cuanto político quiera adjudicar un cambio, sea actual, de la última década o del futuro; a sí mismo o a algún otro dirigente copartidario a quien admire o simplemente alabe en público para demostrar fidelidad y luego tener con qué pedir un lugarcito para después de octubre (en el caso de Argentina, claro).






A los ejemplos me remito:


"El puente para nosotros fue una BISAGRA, marcó un antes y un después en toda la comunidad", dijo el intendente de Victoria, César Garcilazo.


Bahillo: "La gestión de Sergio Urribarri constituye una doble BISAGRA en la historia política de Entre Ríos"


El ex canciller dijo que traducirán las agresiones "en propuestas", mientras que Martínez indicó que este espacio "va a marcar una BISAGRA en la historia política de Santa Fe".



Alfonso Ruano, candidato de UPyD a la alcaldía de Marbella: «No estamos en política para ser partido BISAGRA de otros»



La presidenta Cristina Fernández afirmó hoy que pretende convertirse en una jefa de Estado "BISAGRA en la historia argentina"


"Para nosotros el 12 de junio va a ser una fecha histórica para los neuquinos. Creo que tenemos la gran oportunidad de ponerle una BISAGRA a la historia de nuestra provincia", expresó el dirigente radical.


Juan Javier García: “Urribarri es una BISAGRA histórica hacia una nueva forma de hacer política”


"Nos convertimos en una BISAGRA para dejar de vivir de recuerdos y pasar a trabajar en serio", señaló Bisogni.



23/5/11

el parque de Ernesto


Melancólicamente lo imaginaba en aquel viejo parque , con la luz crepuscular demorándose sobre las modestas estatuas, sobre los pensativos leones de bronce, sobre los senderos cubiertos de hojas blandamente muertas. A esa hora en que comienzan a oírse los pequeños murmullos , en que los grandes ruidos se van retirando, como se apagan las conversaciones demasiado fuertes en la habitación de un moribundo; y entonces, el rumor de la fuente, los pasos de hombre que se aleja, el gorjeo de los pájaros que no terminan de acomodarse en sus nidos, el lejano grito de un niño, comienzan a notarse con extraña gravedad. Un misterioso acontecimiento se produce en esos momentos: anochece.
(Fragmento de Sobre Héroes y Tumbas, Ernesto Sábato)

Parque Lezama

13/5/11

las tablas de la ley

10 cosas que (dicen que) no debes hacer si eres periodista

1. Dar nada por sentado: El ciudadano, y la profesión bien entendida, espera de ti que te preguntes el porqué de las cosas. Que investigues, que corrobores tu información, que la nutras de distintas fuentes, que congregues en ella a todas las partes implicadas, que escuches sus versiones sin fiarte a pies puntillas de ninguna de ellas. En definitiva, que busques la verdad.


2. Confiarte de la fuente oficial: Nunca te fíes de la fuente oficial. Sea quien sea, es una fuente interesada y acude a ti con un determinado fin. Escudriña las notas de prensa y sé capaz de averiguar qué quieren decir en realidad y porqué. Aunque las fuentes oficiales, con sus comunicados y notas de prensa nos hagan más ágil y rápido nuestro trabajo, si nos dedicamos a replicar sus palabras no seremos periodistas, sólo meros portavoces.


3. Aceptar las ruedas de prensas sin preguntas: Esta es la eterna lucha de los periodistas. Cada vez que alguna institución que nos convoca a una rueda de prensa, nos quita nuestra posibilidad de preguntar, está denigrando nuestra profesión y algo más: el derecho de un pueblo democrático a ejercer su libertad de prensa. No lo podemos permitir.


4. No empatizar con tu audiencia: Como dirían los anglosajones “ponte en sus zapatos”. El periodista, siempre, ha de estar del lado del ciudadano. Desde esta posición, crearás noticias más frescas y más interesantes para la audiencia. Muchas veces somos sus portavoces, los encargados de hacer que su voz se oiga. Para ello y fundamental, sal de la redacción y pisa la calle. Simplemente habla con ellos.


5. Eludir las nuevas tecnologías: Nuestra profesión está cambiando, eso ya nadie lo duda. Internet y las redes sociales nos han traído nuevas formas de comunicar y concebir audiencias y medios. Las tenemos que adaptar a nuestro trabajo.


6. Resistirte al cambio: En concordancia con el punto anterior, negar la evidencia no sirve de nada. Los periodistas somos supervivientes natos, seres que nos sabemos adaptar a todas las situaciones y resurgir con fuerza ante las adversidades. Nadie viene a robarnos el puesto con las nuevas tecnologías, simplemente las cosas están cambiando.


7. Permitir que te fijen las preguntas antes de ir a una entrevista: Si van a hacer esto, directamente, que te manden una nota de prensa. Con esta acción, una vez más, menosprecian tu trabajo pero, a la vez, vuelven a vulnerar uno de los derechos fundamentales de la población: la libertad de expresión y el derecho a la libertad de prensa.


8. Perder tu sentido crítico: El día que te dejes de preguntar el porqué de las cosas, deja de ser periodista.


9. Ser parcial: Si vas a vender tus palabras a una determinada fuente, deja el periodismo libre y trabaja en el Gabinete de Prensa de la fuente en cuestión. No busques caer bien a nadie, sólo ejercer bien tu trabajo.


10. Pensar que todo vale por una noticia: Nunca olvides que, antes de periodista, eres persona. Con todo lo que eso conlleva.
Tomado de Mundo 2.0 y Periodismo 2.0



Visto esto, confieso que he pecado.
Cuando tengo que actualizar la página de la radio donde trabajo, suelo copiar y pegar (no sin antes eliminar mayúsculas puestas al reverendo cuete) las gacetillas oficiales, o lo que el gobierno publica en su página. 
También he dado cosas por sentado.
Y estoy más dentro del estudio de la radio que en la calle escuchando a la gente.
En cuanto a la tecnología, accedí a hacerme una cuenta en Twitter y no una en Facebook  porque creo que la red del pajarito es más útil a los fines periodísticos. De manera que me cerré, pero no tanto. Tampoco es cuestión de tener cuenta en cuanta red social exista.
En cuanto al resto, habría que pulir detalles, pero a grandes rasgos creo que ando bien. El día que deje de preguntar el porqué de las cosas voy a dejar de ser yo, porque esa es costumbre que viene de antes de pisar las aulas, estudios y redacciones. 

7/5/11

ALBAHACA PARA TODOS

Al descubrir el crimen del que había sido víctima mi albahaca traté inmediatamente de identificar al culpable. Tenía entre ceja y ceja a una babosa, que días antes vi desplazarse asquerosamente por la pared. Sabía que era ella, ¿sino quién? Y dispuesta a hacer justicia por mano propia, regresé con un paquete de sal fina.
Me metí el hambre y la sed de justicia en el paquete de sal cuando vi que quien se comía las hojas de mi albahaca no era una babosa sino una tucura.



Damián me sugirió que la agarrara de las patas traseras y la tirara al patio del vecino (macanudo), pero como prefiero evitar tener problemas con el barrio la dejé ahí, si total... hay albahaca para todos.


Paulino


 Llegó escondido en una bolsa de papel madera uno de los primeros mediodías de mayo. Reflejaba su mirada el temor a ser rechazado, como les suele pasar a sus antepasados de cemento portland desde que los adultos descubrieron que asustan a los niños. 

Entró presentándose como el hermano mellizo del que conocimos en la casa de los papás de Vic, y como primo lejano del que vivía con el padre de Amélie Poulain, famoso por haber sido el primer enano de jardín en salir a conocer el mundo. 

Sin embargo, aclaró que nada tenía que ver con esos siete mineros que, según sus palabras, "se pasan la vida pendientes del bienestar de una princesa pálida que tuvo el tupé de caerles en la casa y quedarse a vivir con ellos, hasta que un día como si nada se marchó montada en las ancas de un corcel con un buen mozo de casi dos metros de alto". 

Dijo que lo llamemos como queramos, porque esa era tarea nuestra; pero advirtió que será difícil que responda a otro nombre que no sea Paulino.

Pasó hasta el patio tarareando "Lamento boliviano", y luego de repasar cada rincón con la mirada, se instaló contra la pared del fondo para que lo bañen las flores de la rosa china que se caen del jardín de al lado.


4/5/11

discapacidad ciudadana

¿Esto es pensar en quienes andan en silla de ruedas o burlarse de ellos? ¿Es peor no hacer nada o hacer una rampa así? Claro está que no se trata de una forreada, sino de ignorancia pura. Supongo que les servirá a las madres (casi siempre son las madres) para descender, de la vereda a la calle, los cochecitos de sus bebés. Entre la forreada, la ignorancia y el egoísmo colocaría a la actitud de aquellos que estacionan sus vehículos frente a una rampa o cochera. Los que se dan cuenta del error que están cometiendo dicen que "es por un ratito", sin pensar que quizás en ese ratito el habitante de la casa frente a cuyo garaje estacionaron un auto necesita salir urgente y en el auto que está guardado en el garaje. Me refiero con "discapacidad ciudadana" a la falta de capacidad de un ciudadano de pensar en los demás ciudadanos. En esta misma bolsa meto a los automovilistas que pasan a fondo por los charcos que dejó la lluvia en las bocacalles salpicando a los peatones, a los que no anuncian la maniobra, a los que abren la puerta del automóvil sin mirar si viene o no un ciclista, a los que esperan que el semáforo se ponga en verde parados sobre la senda peatonal (por donde se entiende que tienen que cruzar los que van a pie). Y ni hablar de los cobardes que huyen tras provocar un accidente, esos directamente son unos hijos de puta. La discapacidad ciudadana puede extenderse a otros aspectos que no sean relativos al tránsito, pero lo dejo para otro de esos días en los que me suspenden cosas irritantes del mundo.

1/5/11

negro o blanco

Cosa voglio de piu
Cazador de demonios
Más allá de los gustos íntegramente dispares que tenemos para alquilar películas, sobrevive el matrimonio.

¿Cómo ponerse de acuerdo cuando una quiere alquilar Amélie y él El hombre lobo?
Al principio del noviazgo elegíamos "algo intermedio", que siempre terminaba siendo una bosta. Así de simple, una película de mierda que no satisfacía a ninguno. Ahora, cansados de medias tintas, decidimos sacar nueve pesos más del bolsillo y alquilar dos.


Así fue como este sábado lluvioso pasamos de los sablazos de un fortachón pelilargo que no se amedrentaba ante criaturas satánicas; a los besos, abrazos y encuentros sexuales de una mujer del norte y un hombre del sur de la bella Italia.