25/9/13

mamá

Así me pasaba largos ratos al día. Con la pera rozando la clavícula; consternada, embelesada, mirando y admirando mi propia panza. No recuerdo haber vivido algo más suspensivo que la vez que sentí que se movía. Mariposas-pececitos-burbujas. Y mis ojos bien abiertos, y mis latidos acelerados y mi respiración retenida por si se llegaba a repetir...¡Por Dios! Un ser humano estaba formándose adentro mío. ¿Cómo puede ser que antes de que me pasara a mí lo haya tomado con tanta naturalidad?. Cuántas preguntas. Cuánta ansiedad. Miedos y sueños y proyectos bailaban dando saltos, y me desvelaban. La esperaba desde siempre, mucho antes de la primera incertidumbre frente al almanaque; la esperaba desde el momento en que entendí mi condición y supe que algún día yo también podía ser mamá.

4 comentarios:

  1. Ganas hay, sí, pero para dentro de un tiempo. Recién estamos habituándonos a la paternidad y maternidad de Miguelina!

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  2. Quée rapido pasa el tiempo! ;)

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  3. Hola, acabo de premiar a tu blog con el premio Liebster Award: Te hago once preguntas. Tú puedes responderlas, hacer once preguntas para otros once blogs que quieras premiar. Las preguntas que quisiera que respondas, aquí: http://cassandracross.blogspot.com

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Yo también me suspendo con lo que decís