El miércoles fuimos a la segunda consulta con el ginecólogo que seguirá mi embarazo hasta el parto. Tal como ocurrió la primera vez, llegó el momento en el que nos invitó a ir a ver al bebé. Apenas veinte días atrás tenía forma de poroto (por darle una forma) y latía enérgicamente dentro de una bolsita que se veía negra dentro de mi útero apenas hinchado. Eso fue de lo más suspensivo que hemos vivido. Esa tarde cerraba los ojos y lo veía. Tampoco se me olvidará la cara de niño fascinado que puso Damián mientras miraba la pantalla y me agarraba de la mano.
Sin embargo lo del miércoles no fue menos fascinante. Con apenas cuatro centímetros de largo distinguimos su cabeza (proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo), su tórax, bracitos y sus piernas hacia arriba dando pataletas que seré incapaz de percibir hasta dentro de dos meses.
La longitud del bebé indica la semana del embarazo y, por ende, la fecha probable de parto. "Estás en la semana 11", me dijo el doctor Enrique. Me abstraje un instante mientras el gel frío sobre mi panza permitía que la sonda del ecógrafo siguiera deslizándose. Semana 11 pensé. Recordé aquella álgida conversación al aire con un médico pro-aborto en la radio que hablaba de la inocuidad de interrumpir un embarazo "antes de la semana 12"... Como si TODOS nosotros no hubiéramos tenido que pasar por cada una de las semanas anteriores para llegar a la 13... y finalmente estar a salvo. En aquel momento no tenía muy en claro cómo era un ser humano dentro de un vientre en la semana 12. Ahora sé que tiene la forma de la especie de la que formará parte, un esbozo de lo que será su lengua, las fosas nasales, la punta de la nariz, los labios, un sistema linfático que lo protegerá de por vida de las bacterias y otros cuerpos extraños. También se distinguen los ojos, y por la transparencia de su piel se ven la columna vertebral y las arterias dorsales. Los oídos, que ya le dan el sentido del equilibrio, hacen que ante cualquier roce que sienta a través del abdomen de la madre, gire dentro del vientre. Paladar primitivo, bulbo olfatorio, tráquea, laringe, bronquios y bazo. Me olvidaba del corazón! que fue lo primero que distinguimos tiempo atrás, ahora ya existe la aorta y las válvulas pulmonares. Y más abajo se conformó el tejido que originará el clítoris si es nena o el pene si es nene.
"Casi listo", pensé que hablarías de un cuadro u obra cuando vi el título.
ResponderEliminarLe faltan... ¡30 semanas! Weee!
Nunca pude abstraerme taaaanto como para pensar que ya tienen brazos, piernas, ¡corazón! con tan pocos cm. de largo. Y ya casi que tiene todo puesto.
Es increíble lo que crecemos de rápido en esa etapa de la vida. Increíble.
Qué loco que con apenas 11 semanas ya, y desde dentro del útero apenas, tengas tantas cosas seguramente definidas en tu vida. Después entra el libre albedrío y salen cosas maravillosas, como seguramente lo será ese bombón de gurí/sa!
(PD: la cara de baba de los papás primerizos, son de lo mejor!)
Qué bello es el ser humano, es increíble, es perfecto, tanto que a veces no encuentro palabras para definirlo...
ResponderEliminarHermoso lo que escribiste, no se si va ser marrón o rubia/o, de ojos claros u ojos oscuros, nena o nene, pero de lo único que estoy segura es que va ser BELLA/O ; si bello por dentro, que es lo más importante porque va ser una creación de la Rusa y el Marrón que son dos personas maravillosas.
Los quiero!
Besos a los tres :)!!!
Felicitaciones
ResponderEliminar"El marrón", moría acá! jajajaa
ResponderEliminarCuando leí lo de 11 semanas, se me cruzó lo mismo que vos Sabi: lo del aborto.
ResponderEliminarQue loco no? Pensar que en apenas 11 semanas ya tiene esbozos de casi todo! Que bárbaro, no dejo de sorprenderme con todo esto..
Besos a los tres!! Y a disfrutar cada momento!!