Esta tarde, al comenzar el programa de radio de cada tarde, que se llama precisamente "Otra tarde", vaya a saber por qué juego de la memoria, con mi compañero de aire "el Cholo", nos acordamos, o al menos intentamos acordarnos, de las primeras líneas de esta exquisitez literaria.
Primera parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Que trata de la condición y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de la Mancha
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
¿No es tierno este hombrecito seco en carnes?
Al margen de que, como es de esperarse, no se entiende nada el castellano antiguo jejeje!, me encanta el hombrecito.
ResponderEliminarMe hace acordar a 4to. año cuando vimos el Quijote en la escuela :)
Confieso no haberlo leído ni tener intenciones de :-/
ResponderEliminarQue buenos recuerdos y aunque han pasado 400 años que bien escrito. Nunca lo leí todo pero claro, recuerdo este comienzo. Gracias Sabi en este mediodía de sábado lluvioso
ResponderEliminarAlguna vez comencé a leerlo y me dieron ganas de seguir. Igual que ahora. Lindo tu blog como ya es costumbre. Besotes
ResponderEliminarNunca lo leí pero me acuerdo del comienzo (y no me acordaba que lo recordaba)
ResponderEliminarEl cuento loco de Sevilla (híper resumido):
ResponderEliminarTrata de un licenciado que, loco, es encerrado en un manicomio. Tras muchas cartas (y billetes) enviadas al arzobispo para que lo sacase de su miseria, éste decide mandar a un capellán hacia el hospicio.
El capellán se encuentra con el licenciado y al no encontrar indicios de locura, decide vestirlo y llevarlo con el arzobispo. Antes de la partida el licenciado se va a despedir de los locos, el capellán lo acompaña.
Uno de los internos asegura que es el mismo Júpiter y que va a hacer que no llueva en Sevilla durante tres años. A todo esto el licenciado toma apenado las manos del capellán y le dice que no se preocupe porque si ese hombre es Júpiter, él mismo es Neptuno, dios de las aguas, y que va a hacer llover todas las veces que se le antoje.
El capellán dice que es mejor no hacer enojar a Júpiter y se va con la promesa de volver cuando todo esté más tranquilo. Desnudan e internan nuevamente al licenciado y el cuento se acabó.
No sé cómo se me cruzó Don Quijote –el caballero de la triste figura- en el camino. Fue hace muchísimo tiempo en el que venía de lecturas, digamos, algo más livianas (historietas- mucha- Stephen King, Sidney Sheldon y algún que otro más). Quise seguir con el destino de esa encrucijada y adentrarme en el libraco. Se me resistió muchísimo...
Este es uno de los cuentos que con más cariño recuerdo de aquella aventura espesa.
Ahhh, me olvidaba, aguante “Otra tarde"!!! La cultura radial está viva! Sigan así.
Salut!
Además de leerme me escuchás?!?!?! no lo puedo creer!
ResponderEliminarNo te irá a hacer mal?
¿Viste? No, no creo (el color que hay entre tu voz y tu escritura, son cosas distintas a mi parecer). Nunca se está del todo solo cuando prendemos la radio. El laburo que hacemos con mi hermano, y el que hace la mayoría de los historietistas, es de muchas horas en soledad, sobre todo el de él. Ya le agarramos cariño al programa. No sé, quizás... ¿nos cansemos alguna vez?...
ResponderEliminarNo, ya se jodieron, si le agarraron cariño sonaron! ajjaja
ResponderEliminarEn cuanto pueda les mando saluditos :)
Gracias, más que por la escucha, el cariño!!!
A ver quién empieza un grupo en Facebook de fans de "Otra tarde"! jaja
ResponderEliminarJAjajja yo yo!
ResponderEliminarqué grupo ni qué grupo si sólo es fan Emiliano!!!
ResponderEliminarah, y Queca, que nos trae comidas ricas!!!
:)
Marbot: No es mala la idea.
ResponderEliminarY, bueno, qué espera la señorita Chuli para empezar con esta empresa? :P.
Sabina: uno más, pero nunca uno menos!... Será que soy el ùnico.
Sos el único!
ResponderEliminarChosen one! uiiuiuiuiuiuiuiuii
ResponderEliminarAyer me tomé un remis, y sonaba el programa. Se me dibujó una pequeña sonrisa, je. Seré el único???????
ResponderEliminarSOS EL ÚNICO!
ResponderEliminargracias!!!!
Hoy haciendo el programa con Juan Claus nos vino re bien lo que hay en tu blog sobre el Quijote porque justo estabamos hablando de las versiones cinematográficas de las aventuras del hidalgo.
ResponderEliminarViste? te hacemos partícipe aunque hoy no hayamos hablado.
Besos