Noelia y Gustavo se hicieron de novio en el 91 cuando ella tenía 16 y el 19. La relación creció, se casaron y tuvieron dos hijos: un varón que hoy tiene 13 y una nena de 9.
El 25 junio Noelia llevó a Gustavo al hospital. Tenía temperatura, dolores fuertes de cabeza y en las articulaciones; también estaba fatigado. En la placa que le tomaron se veía una mancha en uno de sus pulmones, "neumonía leve" dijeron los médicos, y Noelia y Gustavo volvieron a su casa.
Cuatro días después (y un día después de las elecciones legislativas), el lunes 29, Noelia vio que su marido no mejoraba y con llovizna fría y nubes grises regresó con él a la guardia. Esa tarde cerca de las 5 lo internaron. Al otro día lo trasladaron a terapia intensiva por falta de oxígeno en sangre e insuficiencia cardíaca. Parecía mentira, Gustavo era un hombre fuerte, 37 años, nunca fumó, se acostaba temprano, era grandote y contaba con buen estado físico, había sido bombero voluntario y llevaba esa vocación en el alma. En el momento que lo internaron no tenía trabajo y su mujer tampoco.
Está estable.
Presenta una leve mejoría.
Se le cambió la medicación.
Llegó un respirador nuevo a la ciudad, con él Guastavo va a poder respirar mejor.
Es joven y fuerte.
17 días.
La muerte de Gustavo Almada salió en los titulares del 22 de julio: "Hay cuatro muertes confirmadas por gripe A en la provincia". Los resultados habían llegado desde el Instituto Malbrán y lo había confirmado el secretario de Salud. Gustavo era el cuarto, o el tercero, da igual, Gustavo era parte de la estadística. De la información oficial. Del titular del día.
Noelia angustia tristeza dolor madre mujer miedo fuerza salió a buscar explicaciones. Se hizo todo lo que se pudo señora, el tratamiento de su marido le costó 50 mil pesos al Estado, se hizo todo lo que estaba a nuestro alcance.
"De noche siento frío, extraño su calor, mi hija duerme abrazada a mí, me dice que tiene miedo, que no la deje" *.
* Noelia Urbini de Almada, entrevistada en Radio Máxima.
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Tizte...
ResponderEliminarA lavarse las manos che!