13/12/09

dejen de molestar a Botnia, y vendrá el desarrollo, el pleno empleo y la alegría para todos

Ese es el mensaje escondido.


Hace unos días visitaron Radio Máxima el historiador uruguayo Gonzalo Abella y el concejal de Montevideo por el partido Independiente, Pablo Antoria. Tal como ocurrió en el 2003 cuando dos vecinas de Fray Bentos llegaron a Gualeguaychú para advertir sobre la instalación de una fábrica de pasta de celulosa, nuevamente el alerta llegó desde la otra orilla:

  • Existiría un ambicioso plan político elaborado entre sectores de la Argentina, Uruguay y Finlandia para aislar el reclamo de Gualeguaychú contra Botnia, y terminar con el corte de ruta.
  • El plan contemplaría acuerdos sindicales, comerciales e industriales.
  • El objetivo sería el de promover inversiones en la región del río Uruguay, también con beneficios para Gualeguaychú, pero “sin tocar Botnia”.
  • El plan consiste en promover acciones de tanta importancia, que en el actual contexto la lucha de la Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú aparecería como un obstáculo para el desarrollo industrial y comercial de la región.
  • El eje sería Montevideo-Buenos Aires-Paraná.


Antoria dijo que el acuerdo busca una alianza de proyectos productivos, pero también social: “Buscan trabajar, como se hizo en la época de Perón, en la parte social, como guarderías, centros de salud, centros recreativos para los sindicatos…mucha plata”. En el tema ya están trabajando dirigentes sindicales uruguayos con afinidad con la gestión Tabaré Vázquez-Pepe Mujica, con influyentes gremialistas de la Argentina.
“Las industrias que se podrían instalar en el litoral, serían de armado de autos, entre otras”, dijo el dirigente político uruguayo, de historia frenteamplista pero hoy opositor al oficialismo, agregando que desde el Uruguay y la Argentina se intentó sumar el respaldo político de Venezuela, pero el presidente de ese país, Hugo Chávez, olfateó ese propósito.
Antoria dijo que “Gualeguaychú no se imagina lo que significa su lucha”, a lo que el historiador uruguayo Gonzalo Abella agregó que “las señales son claras: dejen de molestar a Botnia, y el desarrollo vendrá, el pleno empleo y la alegría para todos”.
El plan habría tomado fuerza a partir de la reiteración de la postura del gobierno argentino respecto del corte de ruta en el kilómetro 28 de la ruta internacional 136, que lleva al puente binacional. La gestión de Cristina no está dispuesta a reprimir en Arroyo Verde porque sabe (como publicó Clarín recientemente) que el bloqueo se mantiene con pocos vecinos, pero que si surge algún problema “aparecen diez mil” en apoyo.
En esas operaciones se interesaría a los sectores industrial y comercial para que se levante el corte, se acepte a Botnia y se realicen los intercambios sindicales, culturales y aparezcan algunas inversiones al menos de fuerte impacto visual o mediático.

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