7/3/14

sugestiones

Anoche que Miguelina se durmió temprano, con Damián pretendimos "aprovechar para dormir", ya que se trata de algo sumamente necesario y que se da muy de vez en cuando desde el 28 de septiembre del 2012. Sin embargo, los muy abombados nos enganchamos con dos películas, ambas ya empezadas, aunque no lo suficiente como para no entender la trama.
Un drama y una comedia, como para compensar con risa la angustia.
Lo que voy a contar a continuación no es algo que no haya observado antes, sólo que anoche me sorprendió más de lo habitual. En las pausas publicitarias (que siempre llegan en el mejor momento) noté que Damían hacía comentarios como si le estuviera pasando a él lo del protagonista, un tipo de empatía  algo extraña, ya que su vida y la del pobre muchacho de la película no se parecen en nada. Es así como culpa del cine mi marido siente el dolor de mi engaño y lucha porque yo le deje ver a su pequeña niña, y sobrevive a la traición de un amigo o experimenta (desde los mullidos almohadones de la cama) la aventura más extraordinaria, con estallidos, tiroteos y persecuciones. 
Como anoche me causó mucha gracia, y le advertí que probablemente lo escribiría en el blog, me confesó que siempre ha sido así. Que cuando era niño salía del cine Palma con los ojos desorbitados creyendo ver enemigos escondidos arriba de los techos y seguro de que sus bracitos morenos eran tan poderosos como los de He-Man.
Y me enamoré aún más.


4 comentarios:

  1. Bobos! cómo los quiero... jajaja!

    Yo no hay noche que, después de mirar una peli o leer un libro de zombis, no termine en un mundo postapocalíptico en mis sueños. Salvo que ahora tengo más dosis por la serie The Walking Dead, con la que se alivianó mi problema jaja! aunque nunca me muerde alguno, por suerte.

    Pero es cierto que del cine salís con verdades universales o con cosas que crees empezarás a hacer después de esa peli (y uno termina siendo como uno es, no?).

    Me imagino a Damián de chiquito, y me da mucha gracia: me lo imagino igual que ahora, pero en envase chico jaja

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    1. Yo sabìa que vos ibas a dejar un comentario. Te cuento que cuando Damián leyo esto me dijo: "Sabina!!!!! Borrá esto, yo tengo una profesión!!!" jajjajajaja y pensé: "Se lo tengo que contar a la Chula".

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ¡Qué ternura! La verdad de la ficción. Besos, chicos.

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Yo también me suspendo con lo que decís