/Silbo en la oscuridad,
Animal sin reposo;
Torres de la vigilia,
Candela de los ojos/
Siempre,
de alguna manera volvés.
Parecías tan real...
Inequívoco,
flagrante.
Si hasta pude escuchar eso que nunca te animaste a decir.
(¿O era lo que yo quería que dijeras?)
Palabra por palabra.
¡Al fin!
entrecortadas,
apuradas,
amontonadas,
susurradas, desesperadas
así.
como una gota detrás de otra
fueron cayendo sobre mí,
golpeándome.
Llevaba años esperando,
generando situaciones oportunas,
arriando agotada el curso de las cosas,
tratando de que fuera tu boca la que hablara y no las otras.
Tu voz.
Desesperé, insistí, lloré,
y finalmente decidí cansarme.
Irme,
y que te fueras.
Que te fueras en serio.
Vos y tus palabras no dichas.
Sin embargo anoche...
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Yo también me suspendo con lo que decís