Pocas veces he utilizado este espacio para compartir videos a pesar de que hay muchos suspensivos que se merecerían un lugarcito en este blog.
Esta grabación de la canción Diamante, de Jorge Fandermole acompañado por su guitarrista Marcelo Stenta lo merece.
Recuerdo la primera vez que escuché este tema. Fue acá en Gualeguaychú y por el mismísimo Fander. Aquella noche, antes de cantarlo él se refirió (con otras palabras) a esas cosas que en la vida nos pasan una poco de repente, sin buscarlas demasiado y que nos colman de felicidad. Esos regalos de gran valor. Esos diamantes.
Últimamente la estoy escuchando seguido, pues hay unos muchachitos por estos pagos que están preparando su propia diamantina versión.
Y si por acá anda alguien que como a mí, le gusta escuchar las canciones leyendo las letras, copio y pego:
Me han regalado un diamante
y no se qué hacer con tanta luz;
abro mi mano un instante
y brilla hasta el cielo limpiando el azul.
Es sobre todas las cosas
mi piedra preciosa invisible en su faz
y en el envés transparente
su forma latente se vuelve real.
Quién sabe por qué misterio
elige mi pecho para anidar;
de qué incendiado silencio vendrá,
de qué punto del mapa estelar.
Me agujereó la camisa
marcándome adentro su cronicidad,
su pulsar de lejanía
con relojería de puro cristal.
Ahora voy ya sin aliento
planeando en el viento llevándolo al mar.
Voy a arrojarlo a la espuma
entre el agua y la duna y a verlo brillar.
No puedo llevar conmigo
este brillo cautivo, esta piedra lunar;
en mi campo oscurecido
su luz de infinito no puede durar;
y él fulgura, fulgura,
y me ciega su precioso don;
fulgura, criatura,
libre de la noche de mi corazón.
A veces llega del cielo
un presente que nunca nadie previó;
pero existe uno tan bello
del que no quisiera tomar posesión.
Vino su luz del vacío
y me duele ponerlo de nuevo a viajar;
este regalo tardío
no puede ser mío sino del azar.
Si que te suspende esta canción y no la podes dejar....
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