Como condición fundamental para que quienes no ven se ubiquen en un lugar, los espacios se deben distinguir al tacto, lo cual se logra diferenciando con relieve las superficies; así como también las líneas que separan un espacio de otro tienen que estar elevadas por sobre la superficie del plano.
Escrito esto, agrego además una obviedad: las referencias deben estar escritas en Braille.
Pero eso no es todo. La población mundial no se divide en quienes ven y en quienes no ven, entremedio hay personas que por alguna razón han ido disminuyendo su visión, e incluso quienes no diferencian correctamente los colores. Es por eso que para que el plano háptico sea usado también por disminuidos visuales, tiene que tener contraste de colores.
En una ciudad donde la accesibilidad a los lugares desvela a muy pocos, me infla el pecho saber que jóvenes arquitectos ofrezcan hacer estas maquetas.
Son ellos: http://minimalestudio.com.ar/